martes, 21 de febrero de 2012

Capítulo 5: Por favor, enséñame a amar.

Por fin amaneció el lunes, y aunque no me gustaba la idea de volver a encontrarme cara a cara son Soubi, tenía ganas de ver a Catherina, que se supone llegaba ese día. Al llegar, me asombró que casi todo el instituto estuviera fuera. Estaba a punto de tocar el timbre, así que no entendí el por qué de tanta conmoción. Pero no les presté atención. Estaba acostumbrado a que cada vez que los mirara me respondieran con desprecio, así que ni siquiera les eché a un vistazo.
Vislumbré a mi hermano entre la multitud, por lo que me dirigí hacia él inmediatamente, aunque el encontrarme con que también estaban Mo-chan, Takashi y... Soubi, no me hizo mucha gracia (sobre todo Soubi).

-¡Buenos días Kawaii-kun! -gritó Mo-chan nada más verme. Todos me miraron, y me estremecí al ver como la expresión de Soubi pasaba de la seriedad a la picardía en un segundo.
-Buenos días chicos -respondí-. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué hay tanta gente?
Takashi sólo me miró mientras señalaba el cielo. Yo no lo entendí muy bien, pues al mirar hacia arriba sólo vi el cielo, una paloma y los molestos rayos del Sol que me hicieron apartar la mirada inmediatamente.
-¿Qué quieres decir? -pregunté a la nada parpadeando fuertemente intentando recuperar la visión. Sentí como alguien me cogía del brazo. Miré hacia mi derecha, era Shinichi, que me miraba con una amplia y emocionada sonrisa en el rostro.
-Es Catherina.
-¿Catherina? ¿Dónde está? -y al igual que Takashi, me señaló el cielo, pero esta vez, casi se me salen los ojos de las órbitas al observar como un helicóptero de magnitudes épicas recorría el colegio a una altura bastante alarmante.
-Por favor... dime que no es ella -supliqué de rodillas aún recuperándome de lo que acababa de ver.
-Jeje... Ya sabes cómo es Catherina -respondió con una gotita de sudor rascándose la nuca.
Pero cuando volví a prestar atención al helicóptero me di cuenta de que... ¿estaba volando en círculos?
-¿Por qué vuela así? -dije totalmente recuperado.
-Es que... Catherina ha querido aterrizar ella sola...
-¿¡CÓMOOOOOOOOO!? ¿ES QUE QUIERE MATARNOS A TODOS? ¡PERO SI NO SABE NI LLEVAR UN PATINETE! -grité temiendo por mí seguridad.
-Pero ya sabes que cuando se le mete algo en la cabeza... no hay quien se lo saque.
Ahora entendía por qué toda la gente estaba allí fuera. Sin duda era todo un espectáculo ver cómo intentaba aterrizar.

Media hora después llena de gritos de los profesores en un patético intento porque entráramos en clases, el helicóptero tocó tierra. Cuando se abrió al puerta, una chica elegante y hermosa salió dejando grabado en la mente de los chicos la más pura atracción y en la de las chicas unos celos cincelados con rabia por tener que reconocer que aquella persona tenía mucha clase. Cuando abrió los ojos, un suspiro de admiración llenó el ambiente, pues sus ojos eran incluso más lilas de lo que recordaba, ahora parecían brillar por sí solos. Pero todo rastro de delicadeza se esfumó en cuanto nos vio a mi hermano y a mí, pues se lanzó hacia nosotros como gato a punto de atrapar su ratón.

-¡SHINICHI!¡CIEL! -inmediatamente caímos al suelo aplastados por 60 kilos de pura adrenalina. No malentendáis su peso, lo que pasa es que es una chica muy atlética y alta, por lo que sus músculos están muy desarrollados, y aunque no se notan a simple vista, podrían levantar 50 veces su peso (no, en serio. 50 veces)
-¡CATHERINA! -exclamó inmediatamente Shinichi.
Se llevaban muy bien, hasta el punto de sentirse como auténticos hermanos, por lo que no sentían ningún pudor a la hora de hablar.
-¡Mis dos capullitos favoritos! -respondió ella efusivamente. (No os equivoquéis: capullitos de flor)
-Ca... C-Cath... me ahogas... -intenté defenderme de su abrazo, cosa que resultaba imposible.
-¡Ups! Perdona Ciel pero hacía tiempo que no os veía y... ¡estás súper alto! Creía que te habrías quedado pequeñito.
-Sólo mido 1'59, soy el más bajo de todo mi curso -respondí con una gotita de sudor.
-Pues imagínate cómo creía que eras … -respondió en un susurro imperceptible. Sí, sin duda, aquella era Catherina.
-¿Y quiénes son Mo-chan y Takashi? -preguntó mirando en todas direcciones.
-¡Hiiiiiiiiiiiii! -respondió Mo-chan agitando el brazo.
-¡Holaaaa! Tú debes de ser Mo-chan ¿ne? -preguntó con una sonrisa.
-Sip. Encantadoo -dijo con una sonrisa gatuna.
-¡Ohhh! ¡Eres más mono de lo que imaginé! -dijo con un abrazo, y Mo-chan, muy lejos de sentirse avergonzado, le respondió al abrazo mucho más fuerte. Por lo que vi, alguien había encontrado a al orla de su zapato.
-Yo soy Takashi y te agradecería que dejaras a Mo-chan -dijo separándolos con aire amenazante pero con la misma sonrisa falsa de siempre.
-Mmmhhh... Eres tal y como decía en las cartas... Creo que no nos llevaremos bien -respondió ella imitando su sonrisa.
-Por mí de acuerdo -contestó el otro.
Sí, a todos los presentes la situación nos resultó tan rara como incómoda, no supimos si era una manera de saludarse o realmente hablaban en serio.
-Bueno -dijo al fin Catherina ignorándolo-. ¿Y tú eres...? -prosiguió mirando a Soubi con curiosidad, pues era el único a parte de nosotros que se había acercado lo suficiente a ella como para pertenecer a nuestro grupo.
-Me llamo Yumeji Soubi. Mis amigos me llaman Soubi, así que llámame Yumeji -respondió con una sonrisa. Esto último crispó un poco a Catherina, pero le gustaba la gente así, supuse que se llevarían bien.
-Encantada, Soubi -dijo ella tendiéndole la mano. Por la sonrisa que le dedicó este, supe que también la había caído bien. Aceptó su mano, y sólo por fastidiar, en vez de estrecharla, se inclinó para posar un beso sobre el dorso, mirándome mientras lo hacía. Aparté los ojos inmediatamente. “No era mío. Aquel beso no era mío y nunca sería mío” pensé sin poder evitarlo intentando ignorar el sentimiento de dolor que se filtraba en mi pecho.

-¿Hola?¿Es que nadie me va a presentar? -se escuchó una voz detrás de nosotros, pues le habíamos dado la espalda al helicóptero. Cuando nos giramos descubrimos a un chico más o menos de mi altura, con el cabello rubio y liso cubriéndole la mitad de sus ojos, de un azul cristalino tan pálido que se asemejaban a dos perlas transparentes. Estaba sostenido sobre una pierna mientras dejaba descansar una mano en su cadera y la otra la utilizaba para apartarse el pelo de la frente con un toque de dramatismo. Su expresión denotaba una personalidad fuerte y brusca, se mostraba desafiante y perspicaz, pero sobre todo emanaba superioridad. Se deslizó hasta nosotros con pasos lentos, decididos y gráciles, mientras dirigía miradas insinuantes a todos aquellos que se atrevían a cruzarse con sus ojos. De pronto, un recuerdo se formó en mi mente:

“Dos niños jugaban en el mullido césped de un jardín que no parecía tener fin para los pequeños. Reían y jadeaban, producto de sus juegos y de sus carreras, en los que se abstraían del mundo para adentrarse en uno en el que sólo existían ellos dos. Entonces, el rubio le dijo a su compañero:

-Ciel, de mayor tú y yo nos casaremos ¿prometido? -preguntó con una sonrisa esperanzada. El otro dudó de lo que debía decir, pero tal era la devoción que sentía por él, que aceptó sin pensar si quiera en lo que significaban sus palabras.
-Sí, Alois y Ciel estarán juntos para siempre -respondió con otra sonrisa”


Osea que... aquel niño tan adorable y cariñoso se había convertido en el prepotente de hoy... Ahora lo recordaba. Pero nadie tuvo tiempo de decirle nada, pues nada más llegar a nuestra posición, Catherina le dio tal golpe en la cabeza que lo dejó tumbado en el suelo, aturdido y furioso.
-Deja de provocar -justificó Catherina enfadada y, como si nada hubiese ocurrido, continuó-. Chicos, este es mi hermano Alois. Alois, ellos son Soubi, Mo-chan y Takashi -fue recorriéndolos a todos con la mirada cargada de impaciencia-. Supongo que recuerdas a Shinichi.
-Cuánto tiempo Alois, me alegra volver a vert... -comenzó mi hermano.
-Felicidades, pero lo que yo quiero saber es dónde está Ciel -interrumpió Alois ganándose otro golpe por parte de su hermana.
-No seas maleducado. Shinichi continúa -dijo con una sonrisa en el rostro. Todos estábamos perplejos por cómo se trataban, resultaban realmente cómicos.
-N-no, déjalo, es igual -dijo excusándose.
-Como quieras. Bueno, Alois, aquí está tu tan ansiado Ciel -dijo extendiendo la mano hacia mí. No supe cómo debía presentarme después de tanto tiempo, pero Alois me “ahorró” la molestia de planteármelo.
-¿Dónde? -dijo mirando en mi dirección. Todos le miraron interrogantes.
-¿Cómo que dónde? Pues ahí -me volvió a señalar Catherina.
-¿Detrás del pringado? A ver, tú -dijo dirigiéndose a mí-, aparta de ahí -dijo dándome un empujón. Pero al no ver a nadie le replicó a su hermana enfurecido :- ¿Es que era mentira que Ciel estaba aquí y ha sido todo una treta de papá para que me viniera contigo?
-Alois -dije.
-¿Qué quieres tú? -preguntó con el tono más despectivo con el que fue capaz.
-Y-yo... bu-bueno, … es que yo... -intenté decir nervioso por ver cómo se impacientaba y enfurecía.
-“Y-y-y-yo” ¿Tú qué? -me dijo exasperado.
-¡Él es Ciel cabeza de merengue! -gritó Caherina. Y un paréntesis... ¿cabeza de merengue?¿No tenían mejores insultos en Noruega?
Me dirigió una mirada incrédula. Me miró de arriba abajo y como si de repente hubieran pulsado un interruptor, empezó a reír a pleno pulmón.
-Oh, venga ya. ¿No te podrías haber inventado algo más creíble? Yo que sé, como que a Ciel se lo ha comido Pepito Grillo o algo así -dijo sin parar de reír. Pero al observar las serias miradas que le dirigían todos, compendió que aquello estaba muy lejos de ser una broma.
No le culpé por no reconocerme. En aquellos tiempos yo aún no me había encerrado en mí mismo, por lo que sólo recordaba de mí al parte alegre, feliz e inocente, no sabía nada del actual Ciel, y seguro que fue un palo ver a la devoción de tu infancia convertido en... bueno, en “eso”.
-... ¿Ciel? -me preguntó mientras alzaba una mano en mi dirección, como queriendo asegurarse de que no era una ilusión. Primero tocó mi cabello, después paseó su mano por mi mejilla, haciéndome estremecer ligeramente, y nada más notar mi ligero espasmo, retiró su mano como si de repente mi piel le hubiese quemado los dedos.
-Eres realmente tú... -dijo aún sin creérselo-. Sin duda, sólo tú haces esa expresión con el ceño. Oh Dios mío, Ciel. ¡Ciel! -dijo cambiando repentinamente de actitud abrazándome.
-¡Uuaah! -dije, pues me abrazó con tal fuerza que ambos caímos al suelo.
-¡Oh, Ciel! ¡Tengo tantas cosas que contarte! Y por lo que veo tú también a mí, ¿por qué este pelo? ¿Y estas gafas? ¿Y la ropa horrenda? -dijo tocando las cosas mientras las iba nombrando.
-¡Bah! Da igual, lo importante es que por fin estamos juntos otra vez -dijo volviéndome a abrazar y haciéndome perder la poca estabilidad que había conseguido.
-Alois... m-me asfixias -parece que los dos hermanos tenían el mismo fetiche.
-No seas quejica, ¿es que acaso no te alegras de volver a verme? -dijo cogiéndose a mi cuello. No sabía cómo controlar la situación.
Pasase lo que pasase hace 12 años, se ve que fue algo importante, porque no podía ser que me tratara así sólo porque le dije que me casaría con él de mayor... ¿ o sí? Pero poco me importaba eso, pues mi dolor fue aún mayor cuando observé la dureza de la mirada de Soubi. ¿A qué se debía? Ni idea, sólo tenía la certeza de que iba dirigida a mí y de que hacía mucho daño, por lo que sólo acerté a romper el contacto visual. Pero la voz de Alois me sacó de mis cavilaciones:
-Tranquilo Ciel, yo te ayudaré -me susurró en mi oído. ¿Que me ayudaría? ¿Me ayudaría a qué?

POV de Alois

Al principio me costó aceptar que aquel fuera Ciel, pero en cuanto vi la adorable manera en que sus cejas se retorcían de vergüenza por mi roce, no me quedó ninguna duda de que era él, así que sorprendido retiré mi mano. ¿Lo había encontrado?¿Aquel al que más quería en el mundo? En ese momento decidí que amaba a quien fuera que me hubiese hecho reencontrarme con él. Con la persona que en los momentos más oscuros de mi vida, trajo luz a mis días, con aquella que ha estado en mi corazón todo ese tiempo con el único deseo de protegerlo y mimarlo para que nadie le haga daño. ¿Pero por qué vestía así? ¿Por qué tapaba el cuerpo que yo quería proteger? ¿Y cuál era la razón de que ocultara el rostro que tanto tiempo había estado buscando?
No pude pensar mucho más en esto, pues mientras me regocijaba en sus brazos por haberle encontrado después de tanto tiempo, me di cuenta de que su mirada se encontraba fija en mi espalda. Cuando me giré vi como dos ojos oscuros y llameantes nos miraban con furia y... celos. Una envidia corrosiva y desgarradora llenaba el aura de aquel muchacho y, por la manera en la que reaccionó Ciel cuando se miraron, supe inmediatamente lo que pasaba entre ellos.
Osea que mi queridísimo Ciel se había enamorado, y al parecer aquel chico (aunque intentara ocultarlo) también lo había hecho de él. Nada más ver cómo era la persona que nos miraba supe que no estaba acostumbrada a sentir celos, sino que era más propicio a provocarlos. Pero quise estar seguro, por lo que me volví a abalanzar sobre Ciel y al observar divertido como aquel tipo echaba mano de todo su autocontrol para no saltarme encima supe que ya había encontrado la manera de echarle una mano a mi amado Ciel: ayudarle a entrar en el corazón de aquel tipo.
“Oh, mon ami. No sabes el infierno que te espera. Desearás no haberte enamorado de Ciel, pues los celos que vas a sentir van a superar límites insospechados. Si pensabas que iba a dejar que te aprovecharas de mi Ciel estás muy equivocado. Prepárate, pues todo aquel que quiera ganarse su corazón, tendrá que pasar por encima de mí.”

-Tranquilo Ciel, yo te ayudaré -le susurré en el oído.

Sí. Lo ayudaría a dominar el corazón de aquel muchacho y a controlar el deseo de su mirada. Le enseñaría a desarmar a un hombre con tan sólo una mirada y a tejer la más perfecta red de sensualidad. Ciel: te enseñaré a amar.

2 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAH COMO MOLAAAAAAAA! Oye CIEL LIGA MUCHO! HHAHAHA Yo tambien voy a ligar con el!

    - VEEEEEEEN AQUI AMOR MIIIIIIIIIIIO! AHAHAHA

    Esta genial como todos^^

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    Respuestas
    1. JAJAJAJAJAJAJAJAJA
      yo te pongo con quien tu quieras
      xDDDDD

      muchas gracias :3

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